El movimiento actúa directamente sobre los centros de energía del cuerpo, llamados "chakras", eliminando bloqueos, tensiones y problemas de comunicación entre dichos centros, armonizando y dejando fluir esas energías por todo el cuerpo en un mecanismo en que recibimos energías del entorno, las asimilamos y devolvemos renovadas.
Bailar nos provoca buen humor, sensación de bienestar y agilidad, actitud de entrega y generosidad en las relaciones humanas. Produce desbloqueo de emociones reprimidas y tensiones acumuladas a través del tiempo por los difíciles planteos del diario vivir, la concentración que debe dirigir hacia la música y los movimientos de las coreografías hace que se desentienda de los problemas, para luego retomarlos con una óptica mas positiva.
Genera un proceso de autoconocimiento que conduce a un aumento de la autoestima, de comprensión, aceptación y valoración del propio cuerpo y del propio ser.
Fomenta la creatividad y la expresión de la personalidad de cada individuo.
Estimula la memoria, concentración, y capacidad de responder físicamente a estímulos y órdenes dadas por el cerebro, permite un mejor control sobre las acciones, movimientos, coordinación motora e impulsos.
Desarrolla la sensibilidad, el ritmo y los reflejos.
En síntesis se obtienen beneficios en todos los planos del ser, tales como:
- Una mejor postura alineando la columna vertebral.
- Mejora la capacidad respiratoria, la flexibilidad y la agilidad.
- Liberación de tensiones, emociones reprimidas y estrés.
Además se adquiere una facilidad de expresión de una manera más creativa y libre, desbloqueo de los sentidos, equilibrio de los sentimientos y emociones, incrementos de la autoestima, fluidez, sensualidad, dulzura, armonía y sobre todo ALEGRÍA!